...Usualmente
dentro de mis ratos libres suelo, después de algunos minutos de zapping,
aterrizar en el canal Fox Live. Me gusta verlo de cuando en cuando porque me
topo con algunos programas de cocina donde salen cosas interesantes que me ayudan a hacer menos aburrido el vivir
solo al menos en temas de comida.
Sin
embargo, no existen los canales infalibles. Siempre en algún momento me termino
topando con algún mamarracho televisivo. Y en este caso requiero despotricar
contra Man vs Food.
Para
los que no lo han visto, Man vs Food es un reality show de formato similar al
de Tony Burdain. Es decir, un tipo que se pasea por distintos restaurantes
probando lo que ofrece cada uno. En este caso la diferencia está en que Adam
Richman (el conductor), se pasea a lo largo y ancho de Gringolandia buscando
los locales chatarreros mas “legendarios” en donde la grasa rebalsa y las
vitaminas son leyenda urbana. Y como si no fuera suficiente con esto, este
pobre infeliz en cada local bate algún record de comensal que por lo general
está registrado en una pizarrita en la pared. Está demás decir que el record
consiste en engullir cantidades tétricas de comida.
Hecha
la aclaración, debo aceptar que un tema que tengo, es que cuando algo me
revienta, entro en círculo vicioso. Es decir sigo viendo el programa de
porquería cada vez q me lo encuentro para hacer bilis mientras lo veo.
En
todo caso, creo que mi disgusto por este programa no es tan exclusivo. Creo que
responde a un disgusto mas visceral y profundo hacia los realities y la
televisión basura en general. Pero si en este caso tratamos sintetizar cual
sería el mensaje de Man vs Food, definitivamente sería el de exacerbar los
excesos y lo “prohibido”. Que siendo honestos es básicamente la premisa detrás
de los reality shows y los programas de chismes en todo el mundo. Muy aparte y
accesorio a este tema de fondo, realmente me parece repulsiva la imagen de este
tipo engullendo una hamburguesa del tamaño de su cabeza, sudando del esfuerzo y
con cara de que se encuentra al borde del desmayo. Y lo que es peor aún, medio
restaurante aplaudiendo y haciéndole barra por avanzar a zancadas hacia el
ataque cardiaco.
Los que me conocen, saben que no soy particularmente de perfil conservador y que en
buena cuenta me importa poco lo que cada quien haga con su vida. Pero
definitivamente es un tema muy distinto el vender en un medio masivo la idea de
que tragar como un condenado por el puro hecho de tragar y ser celebrado (mientras que millones de se mueren de hambre
en otras partes del mundo) está bien...
...Por si acaso sigo en semana intensa, pero ya acabó el día y me tope con este programa y la cólera me prestó precisión y velocidad para hacer este post...
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